No hay recetario
gastronómico más colorido en el mundo que el mexicano, con ingredientes tan
variados como la cebolla morada, el verde tierno del aguacate, los chiles
rojos, los pimientos amarillos y el rosa de los piñones. Pese a esta gran
diversidad mantiene una línea común, un ingrediente que aparece en casi todos
los platillos: el maíz, protagonista en la elaboración de tortillas, bebidas
fermentadas, atole, tamales, pozole, entre tantos otros alimentos. La
diversidad de tradiciones culinarias en México, muchas de ellas pertenecientes
al Viejo Continente, ha formado un mosaico de sabores que encantan hasta al
paladar más exigente. Platillos que invariablemente manchan manteles, guisos de
salsas picantes acompañados de un vaso de agua fresca, para dar un momento de
tregua, y carnes variadas que forman un rico y generoso taco. La gastronomía
mexicana es el complemento perfecto de todo viaje y recorrido por el país.
Además de su picor y sazón característicos, la cocina
mexicana ahora tiene un toque de distinción internacional al haber sido
declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la
UNESCO. La autenticidad y antigüedad de la gastronomía michoacana sirvieron
como eje para esta declaratoria, región de la que sobresalen platillos como la
sopa tarasca, los chongos zamoranos, las tortitas de charal y las capirotadas.
Con la tríada de la milpa —maíz, frijol y chile— es que se define la esencia
culinaria nacional. El maíz forma parte de un mito creacional, es fuente de
vida y tiene un entrañable significado histórico. Este alimento multifacético
es utilizado en la cocina en todas sus etapas de crecimiento: maduro y seco,
para tortillas, sopes y tlacoyos; maduro y fresco, como elote; en harina como
base para atoles, y tierno y fresco, en salmuera. El chile es el sello
distintivo de la cocina mexicana y continúa siendo un ingrediente infaltable en
toda mesa. Se puede preparar tanto en caldillos para enchiladas verdes o adobos
como ricas salsas que condimentan carnes, tacos y otros guisos. Se consumen
desde las variedades más suaves y dulces, como los coloridos pimientos, hasta
las que necesitan un litro de agua para calmar el temple, como los habaneros,
los serranos y el piquín. Por su alto valor nutricional, el frijol es alimento
primordial de la dieta del mexicano. Está presente en la mayoría de los
antojitos, como los sopes, las tlayudas oaxaqueñas y los panuchos de Yucatán.
También se pueden saborear los frijoles de olla, cocidos con una aromática rama
de epazote. Otro pilar de la comida y la cultura mexicanas es el delicioso
chocolate. Además de regalo divino para civilizaciones como las mayas —y
proveedor antonomástico de endorfinas— era sumamente preciado, pues se
utilizaba como moneda y era una bebida destinada a la realeza. Se dice que el
emperador mexica Moctezuma acostumbraba tomar este elíxir energético, y que era
condimentado con especias, chile o miel. No probarla es perderse gran parte de
la esencia de México.
DISFRUTA DE LA GASTRONOMIA DE NUESTRO MEXICO, QUE ES OTRA
MANIFESTACION DE CULTURA.