viernes, 22 de mayo de 2015

GASTRONOMÍA DE MÉXICO, PATRIMONIO MUNDIAL.



 No hay recetario gastronómico más colorido en el mundo que el mexicano, con ingredientes tan variados como la cebolla morada, el verde tierno del aguacate, los chiles rojos, los pimientos amarillos y el rosa de los piñones. Pese a esta gran diversidad mantiene una línea común, un ingrediente que aparece en casi todos los platillos: el maíz, protagonista en la elaboración de tortillas, bebidas fermentadas, atole, tamales, pozole, entre tantos otros alimentos. La diversidad de tradiciones culinarias en México, muchas de ellas pertenecientes al Viejo Continente, ha formado un mosaico de sabores que encantan hasta al paladar más exigente. Platillos que invariablemente manchan manteles, guisos de salsas picantes acompañados de un vaso de agua fresca, para dar un momento de tregua, y carnes variadas que forman un rico y generoso taco. La gastronomía mexicana es el complemento perfecto de todo viaje y recorrido por el país.

Además de su picor y sazón característicos, la cocina mexicana ahora tiene un toque de distinción internacional al haber sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. La autenticidad y antigüedad de la gastronomía michoacana sirvieron como eje para esta declaratoria, región de la que sobresalen platillos como la sopa tarasca, los chongos zamoranos, las tortitas de charal y las capirotadas. Con la tríada de la milpa —maíz, frijol y chile— es que se define la esencia culinaria nacional. El maíz forma parte de un mito creacional, es fuente de vida y tiene un entrañable significado histórico. Este alimento multifacético es utilizado en la cocina en todas sus etapas de crecimiento: maduro y seco, para tortillas, sopes y tlacoyos; maduro y fresco, como elote; en harina como base para atoles, y tierno y fresco, en salmuera. El chile es el sello distintivo de la cocina mexicana y continúa siendo un ingrediente infaltable en toda mesa. Se puede preparar tanto en caldillos para enchiladas verdes o adobos como ricas salsas que condimentan carnes, tacos y otros guisos. Se consumen desde las variedades más suaves y dulces, como los coloridos pimientos, hasta las que necesitan un litro de agua para calmar el temple, como los habaneros, los serranos y el piquín. Por su alto valor nutricional, el frijol es alimento primordial de la dieta del mexicano. Está presente en la mayoría de los antojitos, como los sopes, las tlayudas oaxaqueñas y los panuchos de Yucatán. También se pueden saborear los frijoles de olla, cocidos con una aromática rama de epazote. Otro pilar de la comida y la cultura mexicanas es el delicioso chocolate. Además de regalo divino para civilizaciones como las mayas —y proveedor antonomástico de endorfinas— era sumamente preciado, pues se utilizaba como moneda y era una bebida destinada a la realeza. Se dice que el emperador mexica Moctezuma acostumbraba tomar este elíxir energético, y que era condimentado con especias, chile o miel. No probarla es perderse gran parte de la esencia de México.

DISFRUTA DE LA GASTRONOMIA DE NUESTRO MEXICO, QUE ES OTRA MANIFESTACION DE CULTURA.


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